Cuando las ganancias corporativas están en juego, uno debe mantenerse firme si quiere recibir un trato justo. En un mundo perfecto, nadie necesitaría la protección de un abogado, pero los ajustadores de seguros insisten en buscar una forma de reducir la cantidad que deben pagar en las reclamaciones por lesiones. Las compañías de seguro están en el negocio para cobrar los pagos y no para pagar a las víctimas. Llegar a un acuerdo demasiado pronto sin la ayuda de un abogado experimentado, puede dar lugar a una compensación injusta.

Cuando nos dirigimos a las compañías de seguro, nuestra posición es implacable. Aunque las negociaciones son parte del proceso, esto no significa que estemos dispuestos a aceptar menos de lo que se merece por sus lesiones. Estamos preparados para luchar activamente por lo que sea justo en su caso, y hemos logrado una y otra vez alcanzar acuerdos de cantidades monetarias muy altas para nuestros clientes.